En esta ocasión te vamos a hablar sobre la semana 4 de embarazo, que es la segunda semana de gestación, una de las más importantes y significativas de todo el proceso.
¿Sabe por qué? Porque es en esta semana cuando se produce la implantación del embrión en el útero, el corazón del bebé empieza a latir y comienzas a sentir los primeros síntomas de su estado.
A continuación, tienes algunos consejos y recomendaciones para que disfrutes de esta semana al máximo y te prepares para las que vendrán.
¿Qué ocurre en tu cuerpo durante la semana 4 de embarazo?
En la semana 4 de embarazo, tu cuerpo está experimentando una serie de cambios hormonales que pueden afectar a tu estado físico y emocional. Es posible que aún no notes ningún cambio visible en tu abdomen, pero es probable que sientas algunos síntomas comunes en esta etapa.
Síntomas comunes
Algunos de los síntomas que puedes experimentar en la semana 4 de embarazo son:
- Ausencia de la menstruación. Este es el indicio más claro de que estás embarazada. Si tienes un ciclo menstrual regular y has mantenido relaciones sexuales sin protección, es aconsejable que te realices una prueba de embarazo para verificarlo.
- Dolor e inflamación en los pechos. A causa del incremento de los niveles de estrógeno y progesterona, tus pechos pueden estar más doloridos, hinchados y pesados. También puedes observar que los pezones se vuelven más oscuros y las venas se hacen más notorias.
- Náuseas y vómitos. Estos síntomas suelen manifestarse por la mañana, pero pueden ocurrir a cualquier hora del día. Se deben al aumento de la hormona ϐ-hCG, muy importante al inicio de la gestación.
- Aumento de la frecuencia urinaria. Al estar embarazada, tu cuerpo produce más sangre y aumenta la retención de líquidos, lo que hace que tus riñones trabajen más y que tu vejiga se llene más rápido. Por eso, es normal que tengas que ir al baño más a menudo.
- Fatiga y sueño. El embarazo supone un gran esfuerzo energético para tu organismo, que necesita adaptarse a los cambios hormonales y al desarrollo del bebé. Entonces, es normal que te sientas más cansada y somnolienta de lo habitual. Intenta descansar lo suficiente, hacer ejercicio moderado y llevar una dieta equilibrada.
Cómo cuidarte en la cuarta semana de embarazo
En la semana 4 de embarazo, es importante que cuides tu salud y la de tu bebé. Para ello, te recomendamos seguir estos consejos:
Acude a tu médico para confirmar el embarazo y hacer el seguimiento adecuado
El/la médico te hará una serie de pruebas para evaluar tu estado de salud y el del bebé, así como para detectar posibles complicaciones o factores de riesgo. También te indicará qué vitaminas o suplementos debes tomar, como el ácido fólico, que previene los defectos del tubo neural del bebé. No obstante, recuerda que es mejor empezar a tomar ácido fólico como mínimo un mes antes de quedarte embarazada.
Deja los hábitos nocivos, como fumar, beber alcohol o consumir drogas
Estas sustancias pueden afectar negativamente al desarrollo del bebé y causar problemas serios de salud a tu hija/o como bajo peso al nacer, malformaciones o aborto espontáneo.
Lleva una dieta sana y variada
Evita los alimentos crudos o poco cocinados, como la carne, el pescado, los huevos o los quesos blandos, que pueden contener bacterias y parásitos nocivos para el embarazo. Limita también el consumo de cafeína, azúcar y sal.
Haz ejercicio moderado y adaptado a tu estado
El ejercicio te ayuda a mejorar tu circulación, tu tono muscular, tu estado de ánimo y tu sueño. Además, te prepara para el parto y te facilita la recuperación postparto. Algunas actividades recomendadas son caminar, nadar, hacer yoga o pilates. Consulta con tu profesional de salud qué tipo y cantidad de ejercicio puedes hacer según tu estado de forma basal.
Infórmate sobre el embarazo y resuelve tus dudas con fuentes fiables
Es importante informarse bien sobre los cambios que ocurren en el cuerpo, el desarrollo del bebé, los cuidados que se deben tener y los posibles riesgos o complicaciones que pueden surgir.
Por eso, se recomienda consultar fuentes confiables, como blogs de profesionales de la salud, libros especializados o profesionales médicos. Así, se podrá vivir el embarazo con más seguridad y tranquilidad.
El desarrollo del embrión en la semana 4 de embarazo
En la semana 4 de embarazo, tu bebé se llama embrión y mide entre 0,36 y 1 mm de longitud.
De esta forma, el embrión está formado por dos capas de células: el epiblasto y el hipoblasto, que se diferenciarán en tres capas germinales: el ectodermo, el mesodermo y el endodermo.
Estas capas germinales son las responsables de originar los distintos tejidos y órganos del bebé. Así, el ectodermo dará lugar al sistema nervioso, la piel, el pelo, las uñas y los dientes. El mesodermo formará el corazón, los vasos sanguíneos, los huesos, los músculos y los órganos reproductores. Finalmente, el endodermo originará los pulmones, el hígado, la vejiga y el sistema digestivo.
En esta semana también se produce un proceso llamado plegamiento del disco embrionario, que consiste en que el embrión adquiere una forma tridimensional y cilíndrica, parecida a una judía.
Además, se forma el tubo neural, que es la estructura que dará origen al cerebro y a la médula espinal del bebé. Al final de esta semana, el tubo neural se cierra en sus extremos y empieza a latir el corazón del embrión. Deficiencias en las reservas de ácido fólico maternas pueden afectar al cierre del tubo neural y conllevar defectos congénitos como la espina bífida.
La importancia de la placenta y el saco amniótico
La placenta y el saco amniótico son dos estructuras fundamentales para el desarrollo del bebé durante el embarazo.
En sí, la placenta es un órgano que se forma a partir de las células externas del embrión, se adhiere a la pared del útero y tiene los siguientes roles:
- Conecta al bebé con la madre a través del cordón umbilical, por donde le llegan el oxígeno y los nutrientes que necesita para crecer.
- Elimina los desechos metabólicos del bebé y los devuelve al torrente sanguíneo materno para que la madre los elimine.
- Produce hormonas que mantienen el embarazo y regulan el crecimiento fetal.
- Protege al bebé de algunas infecciones y sustancias nocivas.
En cuanto al saco amniótico, es una membrana que rodea al embrión y que se llena de líquido amniótico, el cual tiene funciones como:
- Amortigua los golpes o movimientos bruscos que pueda recibir el bebé.
- Mantiene una temperatura constante para el bebé.
- Permite al bebé moverse libremente dentro del útero.
- Facilita el desarrollo de los pulmones, los músculos y los huesos del bebé.
- Previene las adherencias entre el bebé y las membranas que lo rodean.
Preguntas Frecuentes
¿Cómo puedo confirmar que estoy embarazada en la semana 4?
La forma más fácil y rápida de confirmar que estás embarazada en la semana 4 es hacer una prueba de embarazo comercial, que detecta la hormona ϐ-hCG en tu orina. Si el resultado es positivo, debes ir al médico para confirmarlo con una prueba de sangre o una ecografía.
¿Qué cuidados debo tener en la cuarta semana de embarazo?
En esta semana, debes tener algunos cuidados para proteger tu salud y la de tu bebé, como continuar tomando (o iniciar) suplementos vitamínicos que contengan ácido fólico, dejar los hábitos nocivos y llevar una dieta sana y variada.
¿Qué cambios experimenta mi bebé en la semana 4 de embarazo?
En la semana 4 de embarazo, tu bebé se llama embrión y mide entre 0,36 y 1 mm de longitud. El embrión está formado por dos capas de células que se diferenciarán en tres capas germinales que originarán los distintos tejidos y órganos del bebé.