Queremos hablarte de un alimento que quizás no conozcas, pero que tiene bastante relevancia para las embarazadas y sus bebés. Se trata sobre las propiedades del kéfir.
Hoy en día, el kéfir se ha popularizado en todo el mundo como un alimento probiótico, es decir, que contiene microorganismos vivos que mejoran el equilibrio de la flora intestinal y el sistema inmunológico.
El consumo de kéfir durante el embarazo puede aportar múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé, ya que ayuda a mejorar la digestión, a prevenir las náuseas y a favorecer la transmisión de la microbiota materna al bebé. Para saber más al respecto, te invitamos a que sigas leyendo.
El kéfir o leche búlgara: un probiótico natural único
El kéfir es una bebida fermentada que se obtiene a partir de unos gránulos que contienen bacterias y levaduras beneficiosas para la salud. Estos gránulos se llaman kéfir, búlgaros o nódulos de kéfir, y tienen un aspecto similar a una coliflor pequeña.
En cuanto a su origen, proviene de la región del Cáucaso hace miles de años, y se dice que los habitantes de esa zona tenían una salud excelente y una longevidad envidiable gracias a su consumo regular.
De hecho, se les llama búlgaros a los gránulos de kéfir, debido a que uno de los microorganismos que se encuentran en ellos es la bacteria Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus, que también se usa para hacer yogur.
Esta bacteria fue descubierta por el científico búlgaro Stamen Grigorov en 1905, y se le dio el nombre de bulgaricus en honor a su país de origen. Por eso, se asocia el kéfir con Bulgaria, y se le llama leche búlgara al kéfir o al yogur de búlgaros.
Sin embargo, esto no es técnicamente correcto, ya que el kéfir y el yogur son productos diferentes, tanto en su composición como en su sabor y consistencia.
Aun así, el kéfir es una fuente de probióticos, que son microorganismos vivos que ayudan a equilibrar la flora intestinal, mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunitario y prevenir infecciones.
De hecho, estas propiedades son especialmente importantes durante el embarazo, ya que el cuerpo de la mujer experimenta muchos cambios hormonales, físicos y emocionales que pueden afectar a su salud y a la del bebé.
¿Qué es el kéfir y cómo se hace?
El kéfir es una bebida fermentada que se obtiene a partir de unos granos que contienen bacterias y levaduras beneficiosas para la salud.
Para hacerlo, los granos se mezclan con leche o agua y se dejan reposar durante unas horas o días, hasta que se produce la fermentación. El resultado es una bebida ácida, refrescante, con un ligero sabor a yogur y que podría contener alcohol.
Tipos de propiedades del kéfir
Existen tres tipos de kéfir según el líquido que se utilice para su elaboración:
- Kéfir de leche: Es el más habitual y conocido entre las propiedades del kéfir. Se puede hacer con leche de vaca, de cabra, de oveja o incluso de coco. Es el más recomendado para las embarazadas, ya que aporta nutrientes esenciales para el desarrollo del bebé y ayuda a prevenir complicaciones como la preeclampsia y los partos prematuros.
- Kéfir de agua: Es una opción vegana y sin lactosa para obtener las propiedades del kéfir. Se hace con agua azucarada o con zumos de frutas. Tiene menos calorías que el de leche, pero también menos nutrientes. Se recomienda consumirlo con moderación durante el embarazo y consultar con el médico antes de hacerlo, especialmente en el caso de las pacientes con diabetes y diabetes gestacional.
- Kombucha: El kombucha y el kéfir de agua son dos tipos de bebidas fermentadas, pero se elaboran de forma distinta. El kombucha se hace con una infusión de té endulzada, mientras que el kéfir de agua se hace con agua con azúcar y fruta o jugo de fruta.
Propiedades y beneficios del kéfir para la salud
Algunos de los beneficios de las propiedades del kéfir para las embarazadas, según algunos estudios, son:
- Mejora la absorción de nutrientes.
- Mejora la frecuencia y la consistencia de las heces.
- Aumenta la actividad de las células inmunitarias.
Como ves, las propiedades del kéfir lo hacen un alimento muy completo y saludable para las embarazadas. Sin embargo, hay algunas precauciones que debes tener en cuenta antes de consumirlo:
- Puede contener alcohol: Si quieres estar muy segura, evita consumir el kéfir a menos que compres una marca sin alcohol. Recuerda que cualquier cantidad de alcohol, por mínima que sea, puede tener efectos nocivos durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre.
- Debe estar pasteurizado: Es posible que encontréis kéfir crudo sin pasteurizar en los mercados locales, que no es seguro para beber durante el embarazo. Lo mismo ocurre con algunos tipos de kéfir casero.
- El kéfir casero no es seguro: Incluso si se hace con leche pasteurizada, no es seguro. Esto se debe a que los factores de seguridad, como el proceso de esterilización, son importantes para evitar la contaminación del kéfir con bacterias malas durante la fermentación.
Por lo tanto, si deseas disfrutar del kéfir durante el embarazo, te recomendamos que lo compres en una tienda de confianza, que sea sin alcohol y pasteurizado.
Cómo tomar el kéfir durante el embarazo
El kéfir es un alimento muy versátil y fácil de incorporar a la dieta diaria. Se puede consumir solo o combinado con otros ingredientes para crear recetas deliciosas y saludables. Algunas ideas son:
- Bebida: Se puede beber el kéfir tal cual o mezclarlo con frutas o zumos naturales para darle más sabor y vitaminas. Es ideal para desayunar o merendar.
- Batido o smoothie: Lo haces al batir el kéfir con frutas frescas o congeladas, leche vegetal, miel, semillas o frutos secos para obtener una bebida cremosa y nutritiva.
- Postre: Es posible usar el kéfir como base para hacer postres como flanes, mousses, helados o tartas. Solo hay que añadirle algún endulzante natural como miel o stevia y algún espesante como gelatina o agar-agar.
- Ensalada: Otra alternativa es emplear las propiedades del kéfir como aliño para ensaladas verdes o de frutas. Solo hay que mezclarlo con un poco de aceite de oliva, sal y especias al gusto.
- Untable: Funciona como sustituto del queso crema o del yogur para untar en panes, tostadas o galletas.
Cómo conservar el kéfir y cuánto tiempo dura
El kéfir es un alimento vivo que necesita unos cuidados mínimos para mantenerse en buen estado y seguir aportando sus beneficios para la salud.
Dependiendo del tiempo, podemos optar por diferentes métodos para conservar las propiedades del kéfir:
- En la nevera: Solo hay que poner los granos de kéfir en un frasco limpio con leche o agua azucarada, según sea el caso, y guardarlos en la nevera. Puede conservarse por más de una semana, pero es mejor que las embarazadas lo consuman en menos de 3 días.
- En el congelador: Es el método más adecuado para conservar el kéfir durante meses o incluso años. Hay que lavar los granos de kéfir con agua fría, secarlos con papel de cocina y meterlos en una bolsa de plástico con cierre hermético.
- En seco: Es otro método para conservarlo durante mucho tiempo, pero requiere más cuidado y paciencia. Primero, se lavan los granos con agua fría y se secan con papel de cocina. Luego, se dejan secar al aire libre, evitando la luz directa del sol, por dos días. Después, se guardan en un frasco de vidrio con cierre hermético y almacenarlos en un lugar fresco y oscuro.
Preguntas Frecuentes
¿Qué cantidad de kéfir se puede tomar al día durante el embarazo?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda consumir entre 2 y 3 raciones de lácteos al día durante el embarazo. Una ración son 200 mL de leche o 125 g de kéfir. Por lo tanto, se podría tomar entre 250 y 375 g de kéfir al día, repartidos en varias tomas.
¿Qué precauciones hay que tener al hacer kéfir casero durante el embarazo?
En caso de que quieras hacerlo por ti misma, tienes que usar leche pasteurizada, esterilizar tus utensilios de cocina, controlar el tiempo y la temperatura en la preparación y consumirlo en menos de 3 días una vez guardado en la nevera. No obstante, te recomendamos que consumas kefir comercial, sin alcohol y pasteurizado.
¿Qué contraindicaciones tiene el kéfir durante el embarazo?
Las propiedades del kéfir podrían tener algunas contraindicaciones o efectos secundarios para las futuras mamás. Algunas de estas contraindicaciones son:
- Puede contener alcohol y este debe evitarse durante todo el embarazo.
- Alergia o intolerancia a la leche o a alguno de los componentes del kéfir.
- Infección por hongos o candidiasis.
- Problemas digestivos como gastritis, úlcera o colon irritable.